LA BATALLA DEL RIO HIDASPES

Corría la estación de las lluvias, más o menos sería octubre, del año 326 a.C., cuando Alejandro, después de haber sometido a las últimas tribus del este del Imperio Persa, y sin resistencia conquistado el reino de Taxilia, encaraba la conquista de la India. Sus más de 30000 infantes, 9000 soldados de caballería pesada y las anexionadas tropas de caballería ligera de estos últimos estados persas se encontraron con la primera dificultad seria antes de entrar en el subcontinente indio, el río Hidaspes, y en la otra orilla, Poros, uno de los reyes guerreros que peleaban por el control de la India, con fuerzas similares en infantería, algo menos de caballería, pero con los temidos carros de guerra y unos 300 elefantes entrenados para la batalla.   

A partir de aquí una de las mejores sucesiones de estrategias bélicas de la historia, en varios capítulos y por ambas partes. Este encabezado lo guardaba como previa a la Superbowl, pero me temo que si no gana mi equipo las ganas de escribir no serán muchas.

Atravesar el Hidaspes se convirtió en un juego del gato y el ratón, como la preparacion de las finales. Impedir que los macedonios vadearan el río, es similar a lo que algunas defensas van a intentar el domingo con los ataques rivales. El jugar con el movimiento y la disposición de las diferentes unidades, arte en el que Alejandro era un genio y cimentaba buena parte de sus victorias, es algo con que los equipos habrán de poner en práctica. Finalmente y a pesar de que todo lo anterior se haya realizado con éxito, destrozar al enemigo y alzarse con la victoria es lo que llevará a una u otra formación al Lombardi. Para los que os gusten estos temas os invito a leer sobre el enfrentamiento entre indios y macedonios.

Caballos, elefantes, infantes, carros,... generales.... pero lo que realmente muchas veces marca la diferencia es la pericia táctica de los caudillos, y los que han llegado hasta aquí, nos gustarán más o menos pero son cuatro gurús de este deporte. Me puede la vena entrenador y por eso, a diferencia de muchos de mis amigos, me gusta presenciar los partidos atendiendo a lo que pasa en la banda, intuir lo que se dice en el descanso y no tan solo lo que las estrellas realizan en el emparrillado.

Couglin y Belichick excompañeros y bregados en mil batallas se mirarán de reojo mientras luchan cada uno con uno de los hermanos en las escaramuzas previas, su cita será en Indiana, pero, realmente esa será la batalla final?

Atentos a la segunda parte.